Nicaragua decreta alerta sanitaria ante inminente amenaza de virus del Chikungunya.

El Ministerio de Salud (Minsa) de Nicaragua decretó hoy "alerta sanitaria" en todo el país ante la eventual llegada del virus chikungunya, que afecta a varias naciones de Centroamérica y el Caribe, informaron autoridades de la entidad.

En rueda de prensa, la ministra de Salud, Sonia Castro, dijo que la medida busca "preservar la salud y vida de la población" mediante la ejecución de planes de limpieza y fumigación contra el mosquito Aedes Aegypti, transmisor de la enfermedad.

"La alerta sanitaria tiene como objetivo proteger la vida de las personas, (y) garantizar la preparación de las condiciones materiales y organizativas en conjunto con las instituciones del Estado, sector privado y población organizada para contener y mitigar las consecuencias de las enfermedades" epidemiológicas, indicó.

Castro destacó que el Gobierno instruyó a las autoridades municipales a tomar medidas preventivas ante lo que se cree es un inminente ingreso del virus chikungunya a este país, el segundo más pobre de América después de Haití.

El Minsa asegura estar preparado para atender una eventual epidemia de chikungunhya, ya que ha adquirido modernos equipos de laboratorio, incluyendo un termociclador, capaz de amplificar las muestras de ADN y analizarlas en un lapso de cuatro horas.

El equipo, único en Centroamérica, está valorado en 50.000 dólares (37.000 euros) y fue adquirido con apoyo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), según se informó oficialmente.

35 posibles casos en los últimos días

En los últimos días el Minsa ha examinado al menos 35 casos sospechosos de chikungunya, sin que hasta el momento se haya confirmado la presencia del virus en el país.

Casos de chikungunya se han detectado en las islas caribeñas de Haití, República Dominicana, Martinica, Guadalupe y Cuba. En América Central ya se han reportado casos en Panamá, El Salvador y la vecina Costa Rica.

El año pasado, Nicaragua enfrentó una fuerte epidemia de dengue que dejó 20 fallecidos y más de 8.000 afectados. En el resto de Centroamérica, la enfermedad causó 40 muertes y 100.000 contagiados.