Trata de personas comienza a preocupar en Nicaragua.

En Nicaragua la trata de personas no era un tema mediático hasta que en octubre una organización no gubernamental que trabaja con menores en riesgo informó que en un año atendió 50 casos de ese tipo, justo cuando el Gobierno presumía de 30 casos a nivel nacional.

Más allá de las cifras, lo que demostró el registro de Casa Alianza fue que detrás de los casos oficiales existe un subregistro.

“No podemos decir si la trata de personas es un problema grave o no en Nicaragua, porque no conocemos de cuánto es ese subregistro, pero lo importante es que ya se está hablando del tema”, dijo a Acan-Efe la directora ejecutiva del Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Publicas (Ieepp), Elvira Cuadra, durante la presentación en Managua de una campaña contra la trata de personas en Nicaragua y Costa Rica.

“Apenas estamos destapando el tema, hay más casos de los que imaginamos”, ha insistido la directora de Casa Alianza, María José Argüello.

Difícil de detectar

La lucha contra la trata de personas en Nicaragua enfrenta dos principales problemas, según las expertas.

El primero es el desconocimiento del tema, según la coordinadora de Programas del Ieepp, Mireya Zepeda.

El segundo es que la trata a menudo no es fácil de detectar para las víctimas, advierte Argüello.

La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), define la trata de personas como una práctica que “consiste en utilizar, en provecho propio y de un modo abusivo, las cualidades de una persona”.