Denuncian redadas de inmigrantes centroamericanos en Atlanta.

El inicio de redadas de familias inmigrantes y sus hijos por parte de agentes de inmigración convirtió en realidad el miedo con arrestos en Georgia y Maryland.

La detención de al menos cinco familias de inmigrantes centroamericanos en el área de Atlanta fue denunciada como el principio de una nueva campaña de redadas para deportar a miles de familias que ingresaron en el 2014 a Estados Unidos huyendo de la violencia en sus países.

Mario Guevara, reportero de MundoHispanico, informó a La Opinión que en Georgia ocho familias fueron arrestadas: dos provenientes de Guatemala, tres de El Salvador y tres de Honduras.

Rosa Vargas Morales, de Guatemala, fue detenida junto con sus hijos Juan (17 años) y Danila Mijangos Varela (11 años) en la localidad de Stone Mountain.

Por suerte, Juneidy Vargas Morales, de 19 años no fue apresada. Los agentes de inmigración no contaban con su información al momento de la detención, la madrugada del 2 de enero.

Guevara aseveró que pudo contabilizar al menos medio centenar de agentes de los Servicios de Inmigración y Aduanas quienes efectuaron las redadas en las ciudades de Norcross, Lawrenceville, Stone Mountain, Marietta y Doraville, todas en el sureño estado de Georgia. Los detenidos fueron confinados a un centro de detención en Atlanta.

“La verdad es que la cosa se puso bastante caliente en Georgia”, expresó Guevara, periodista salvadoreño. “La gente está aterrada”.

Guevara indicó que las autoridades de ICE iban en busca de al menos 50 familias centroamericanas, concentradas principalmente en el condado Gwinett, donde fue arrestada la hondureña Ana Leiceth Mejía, y en donde viven unas 175 mil personas de origen hispano.

Mejía tenía pendiente una audiencia ante un juez de inmigración esta semana, aunque ya tenía una orden de deportación, con fecha 5 de enero.

Ella y su hijo fueron parte de la ola de inmigrantes centroamericanos que cruzaron la frontera de Estados Unidos en 2014, en busca de asilo, y había sufrido amenazas de muerte en su natal Honduras.

Kica Matos, directora del programa de inmigración en el Centro para el Cambio Comunitario -con sede en Washington D.C. – dio a conocer que cuatro personas de origen centroamericano fueron arrestadas en el estado de Maryland.

“Estamos disgustados, no entendemos porque el DHS (Departamento de Seguridad Nacional) está llevando a cabo estas redadas”, dijo Matos. “Se están llevando a familias, incluso madres con niños pequeñitos y verdaderamente esto es un insulto a la comunidad latina”.

Critican las redadas

Las detenciones de centroamericanos provocaron el rechazo de grupos defensores de los inmigrantes y clamaron a la administración del presidente Barack Obama para que ponga un alto a estos operativos.

“Es una nueva ola de terror contra nuestra comunidad, es horrible e inhumana”, dijo Jorge Mario Cabrera, portavoz de la Coalición Pro-Derechos Humanos de los Inmigrantes de Los Ángeles. “No hay razón para que se lleven a cabo estas acciones, en momentos cuando se espera que la Corte Suprema emita un fallo a favor o en contra de las acciones ejecutivas de la administración Obama [sobre DACA y DAPA]”.

Adelina Nicholls, directora ejecutiva de la Alianza Latina de Derechos Humanos de Georgia dijo que abogarían por la liberación de todos los detenidos.

“Esto es parte de la expansión de deportaciones de la administración Obama y quienes sufren tienen cara de madres, niños y familias enteras”, dijo. “Todos ellos no representan ningún peligro para la seguridad nacional”.

Por su parte, Ángela Sanbrano, miembro de la Junta Directiva del Centro de Recursos Centroamericanos (CARECEN) expuso que desde hace años han insistido ante el gobierno de que brinde una oportunidad de estar en Estados Unidos a las personas que tienen una orden de deportación en ausencia para que presenten sus casos en un tribunal de inmigración y les respete el debido proceso que otorga la Constitución.

“El gobierno debe protegerlos y no deportarlos”, subrayó. “Al hacer esto último, está provocando que se les envíe a enfrentar posiblemente la extrema violencia que se vive en Centroamérica y posiblemente la muerte”.