Entierran a bebé de 18 meses declarado muerto dos veces.

En Honduras un bebé de 18 meses fue declarado muerto en dos ocasiones pero su familia se resistía a enterrarlo porque según ellos tenía señales de vida.

Después de cinco días de angustia e incertidumbre, la familia del pequeño Antonio Jesús Martínez, de 18 meses de edad, decidió darle cristiana sepultura en el cementerio de la ciudad.

El menor de 18 meses fue sepultado hoy a las 5:00 de la mañana en un cementerio del municipio de El Negrito, Yoro, región norte de Honduras.

Familiares y allegados indicaron que tomaron la decisión de enterrarlo con el consentimiento de sus padres esta mañana debido a que el pequeño Antonio de Jesús Martínez ya presentaba signos de descomposición.

El caso del pequeño que "resucitó" durante su velorio el pasado domingo en la aldea El Salitre en El Negrito, Yoro, a quien llamaron "el niño milagro", sería un caso de catalepsia (Trastorno nervioso repentino que se caracteriza por la inmovilidad y rigidez del cuerpo en el que hace parecer que una persona está muerta).

Supuestamente, el menor abrió los ojos y respiró por varios minutos cuando lo estaban velando.

"Yo sabía desde que estábamos en el velorio, que estaba vivo porque sentí algo en mi corazón", relató con desesperación su tía al ser consultada.

El domingo, cuando estaban por enterrarlo, ella lo tomó en sus brazos y aparentemente comenzó a respirar, ante el asombro de todos los que participaban del sepelio.

Otra vecina aseguró que le dieron agua con una jeringa y el menor la bebió y abrió los ojos, una vez estando en su casa.

Sus padres lo llevaron a otra clínica donde les reiteraron que estaba muerto .

Ahora el denominado “niño milagro” ya descansa en paz luego de ser sepultado manifestó una vecina de los padres del menor quien relató que el bebé estaba en una cama y al convencerse que ya estaba muerto decidieron meterlo al ataúd y esta mañana se le ha dado cristiana sepultura.

El pequeño Antonio Jesús Martínez falleció el pasado fin de semana, luego de presentar fiebre, diarrea y otras complicaciones, según sus padres. Sin embargo, a la hora del entierro, el domingo supuestamente, abrió los ojos y respiró por varios minutos.

Vecinos, familiares y allegados aseguraron que el pequeño tenía marcas y símbolos en su cuerpo que podrían significar algo divino, otros solamente adujeron que son señales de descomposición.