CEN:“Libertad de la persona no admite plazos, ni condiciones, ni excusas burocráticas”.

La Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) emitió un comunicado en el que exige la libertad de los presos políticos, el respeto a las libertades constitucionales y refundar el Estado que fortalezca la democracia y la institucionalidad.

Nuestra fe en Jesucristo muerto y resucitado por nuestra salvación no nos permite quedarnos al margen de los acontecimientos del mundo y para nosotros, de la situación cultural, política, económica, familiar y social del país. El cerrarse egoístamente en la propia comodidad y peor aún, avivar sentimientos de odio entre hermanos, no es evangélico.

Los obispos sostienen que en el país continúa el sufrimiento de las familias nicaragüenses, los presos políticos, la falta de respeto a los derechos constitucionales, los exiliados, los refugiados, Ios asilados, la pobreza, el desempleo, la inseguridad, el conflicto por tierras y sus correspondientes consecuencias por el desplazamiento de familias del occidente a la Costa Caribe del país invadiendo las tierras fértiles que han poseído históricamente los pueblos indígenas y aquellas reservas nacionales como Indio Maíz y Bosawás, evidencian que sin la Presencia del Dios que ha puesto su tienda entre nosotros, no tenemos futuro.

Movidos por esta alegría de la esperanza que se encarna en el Resucitado, exhortamos a todos los nicaragüenses a construir: Una Nicaragua donde todos seamos capaces de lograr una visión de cambio que conduzca a una trasformación cualitativa.
   
Estamos llamados a construir el concepto integral de la paz y, en este sentido,edificar una sociedad donde la paz sea perdurable, justa y coherente con los intereses de todos....  Es la paz que necesita nuestro país para no repetir una historia de sufrimiento, muerte, dolor y agonía. Solo así Nicaragua iniciará una nueva historia sin lastres ni componendas del pasado.

Una Nicaragua donde se asuma la centralidad de la persona humana y su dignidad como hijo de Dios.El ejercicio de la libertad y la dignidad del ser humano es anterior al Estado. Un Estado moderno y funcional, ético y moral, está en la obligación de tutelar, respetar, promover y
defender estos derechos, que son también anteriores a cualquier acuerdo social.

El Estado debe estar al servicio de ¡a dignidad de la persona total e íntegramente, para que nunca se realicen hechos que afecten ese núcleo de valores. Es entonces un imperativo que en una sociedad no existan acciones de represión y persecución, propiciando, antes bien, un clima de irrestricta libertad y confianza.

De ahí que toda persona pueda ejercer sus derechos y libertades públicas fundamentales al amparo de la constitución política, las leyes y los tratados internacionales ratificados soberanamente por Nicaragua.

"La libertad de la persona no admite plazos, ni condiciones, ni excusas burocráticas",enfatiza la CEN .Una Nicaragua donde respetemos y fortalezcamos la democracia y su institucionalidad.

La vida del ser humano, tiene sentido en el marco de valores, principios e instituciones democráticas.

“No debemos olvidar que el respeto de una democracia  debe inspirarse en la idea de fortalecer las instituciones y los principios que fundamentan el estado de derecho: supremacía de la ley, división de poderes y respeto a los derechos humanos, lo cual implica que las estructuras de Gobierno no sean un poder arbitrario ni la oportunidad para la repartición de cargos, prebendas y privilegios”, exhortan los obispos.

Los nicaragüenses debemos trabajar para alcanzar una política con principios éticos y al servicio del bien común. La alegría pascual nos urge a trabajar por la construcción de este proyecto histórico a fin de encaminarnos al encuentro con Dios. En este sentido, este desafío se vuelve moralmente urgente, inaplazable, sin dilataciones que con el tiempo serían causas de nuevos y repetidos vicios. La dinámica del proceso requiere evitar estancamientos que serían fatales para el país.

La independencia de los poderes del estado brinda estabilidad en el ejercicio del poder y en la defensa de los ciudadanos. Por ninguna razón un solo poder del Estado puede prevalecer sobre los demás”, dice la CEN en su mensaje.

En el caso del Poder Electoral los obispos sostienen que es necesario que de acuerdo a las normas establecidas, se renueve de tal manera que sea confiable e independiente para que se dé un proceso electoral neutral, imparcial y observado nacional e internacionalmente. “De lo contrario no se darán elecciones libres. El pueblo es el verdadero soberano”, continúan.

En el caso de la administración de justicia, la Iglesia afirma que debe ser “absolutamente independiente, imparcial, profesional y éticamente impartida al margen de los designios políticos, partidarios e ideológicos. Sin una justicia independiente no hay libertad”.

Una Nicaragua donde se ejerza sin restricciones la libertad de expresión.

La libertad de prensa y de expresión es un requisito fundamental para construir un orden democrático en Nicaragua, un estado moderno y pluralista. Sin libertad de expresión todas las demás libertades se marchitan y terminan por fenecer. Ella encarna el poder del pueblo de pronunciarse, denunciar, acceder a la información y nutrirse del infinito intercambio de ideas, opiniones y posiciones. La libertad de expresión, que hunde sus raíces en la Palabra hecha carne, es un principio natural para el nuevo orden de libertades y desarrollo que aspira el país, evitando la desinformación, la calumnia, la difamación y el amor a los escándalos.

En este momento de crisis, dicen los obispos, los nicaragüenses estamos llamados a establecer acuerdos en materia de justicia que sean duraderos y que se respeten, de tal manera que apoyamos toda iniciativa de dialogo que se haga con buena voluntad y particularmente el esfuerzo que la Santa Sede ha venido haciendo a través de los diversos mensajes que el Papa Francisco nos ha enviado y la presencia del Señor Nuncio como Testigo y Acompañante Internacional.

“Estos acuerdos, han de estar cargados de un profundo sentido ético y moral, capaz de revelar la historia de la tragedia y el dolor de las víctimas. No hemos de olvidar que la verdad y la justicia se besan. Esta es la certeza que debe guiar nuestras búsquedas para nuevos horizontes en Nicaragua, lo cual exige contemplar la verdad sobre los hechos, la no impunidad de los culpables, la reparación y reinserción de las víctimas y sus familiares, así como garantías de no repetición. Es lo único que puede darles verdadera seguridad a los ciudadanos. Solo así puede construirse moralmente un país”, explican.

La Conferencia Episcopal también llamó a construir un concepto integral de la paz y, en este sentido, edificar una sociedad donde la paz sea perdurable, justa y coherente con los intereses de todos.

“Los nicaragüenses debemos trabajar para alcanzar una política con principios éticos y al servicio del bien común. En este sentido, este desafío se vuelve moralmente urgente, inaplazable, sin dilataciones que con el tiempo serían causas de nuevos y repetidos vicios. La dinámica del proceso requiere evitar estancamientos que serían fatales para el país”, concluyen.
CEN:“Libertad de la persona no admite plazos, ni condiciones, ni excusas burocráticas”. CEN:“Libertad de la persona no admite plazos, ni condiciones, ni excusas burocráticas”. Reviewed by RVN on 5/01/2019 09:59:00 a. m. Rating: 5

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