Opositores excarcelados aún no recuperan la libertad.

Olesia Muñoz de 47 años dejó su celda en la cárcel de mujeres hace 18 días, pero continúa presa. No puede volver a su casa en Niquinohomo, porque los paramilitares que saquearon la vivienda amenazan con matarla.

"Aunque salí del encierro no me siento libre, sigo presa”, Olesia es miembro del coro parroquial que en julio del año pasado fue arrestada con su hermana por participar en protestas contra el gobierno de Daniel Ortega.

Cuando el 11 de junio Muñoz fue excarcelada junto a otros 55 "presos políticos”, intentó volver a su casa, pero personas ajenas al pueblo la esperaban con sacos llenos de piedras, para atacarla. También recibió amenazas por otras vías.

Desde entonces vive "bajo resguardo” en algún sitio de Managua, a donde llegó con lo puesto: su uniforme de presa. "Desmantelaron mi casa, se levaron todo, mi ropa, mi piano, mi guitarra y el equipo de sonido que era mi machete de trabajo”, se lamenta.

Mientras estaba presa, desconocidos también le quemaron un puesto que tenía en el Mercado Oriental de Managua, donde vendía alimentos.

Al estallar las protestas de abril de 2018, Olesia era muy popular por ser la devota soprano de la pequeña iglesia de Niquinohomo, el pueblo donde nació el patriota Augusto C. Sandino, que el gobierno reivindica como su máximo héroe.

Decidió manifestarse "al ver cómo el gobierno asesinaba a los jóvenes estudiantes… le pedí a Dios que me diera permiso para luchar y me entregara fuerza”. Cientos de jóvenes se le sumaron en la revuelta cívica. "Yo alcé mi voz y ellos me siguieron”, cuenta.

Varios excarcelados que estuvieron junto a Olesia en la temible cárcel de interrogatorios conocida como El Chipote, cuentan que cada tarde ella cantaba el Ave María. Su voz se colaba por los barrotes de los calabozos y los presos lloraban de emoción.

Enfermó de diabetes en la cárcel. Fue golpeada, torturada y en los interrogatorios amenazaban con asfixiarla con una bolsa. ¿Quién te financia?, le gritaban. Y ella negaba con la cabeza. "Me condenaron a 33 años de cárcel por crimen organizado y financiamiento al terrorismo, pero no me mostraron ningún boucher”, señala.

Olesia todavía teme por su vida. "Ellos andan detrás de nosotros. Quizás ya no nos arresten, pero pueden simular un robo y asesinarnos”, dice.

El estudiante de derecho Nahiroby Olivas fue arrestado en la ciudad de León, al occidente de Managua, y pasó preso nueve meses y medio. Cumplió los 19 años en prisión.

"Desde nuestra salida de la cárcel hemos sufrido constante asedio de camionetas con antimotines armados y grupos de motorizados con cascos, frente a mi casa”, relata a DPA.

Llegan como a las dos de la madrugada, tocan las bocinas de sus vehículos y gritan "asesinos”, "terroristas”. Para proteger su vida dejaron el hogar y Nahiroby volvió a separarse de su madre y su hermanita.

"Es una estrategia de intimidación con la mayoría de excarcelados, para que no opinemos, que no manifestemos, que nos escondamos o huyamos al exilio”, comenta el líder estudiantil quien, como centenares de jóvenes opositores, fue expulsado de la universidad.

Antes de la rebelión de abril, Olivas era un chico "común y corriente, un apático más”. Dice que jamás estuvo en una campaña política y que se involucró en las protestas, en marzo de 2018, a raíz del incendio en la reserva de Indio Maíz (sur), detonante de las manifestaciones que siguieron en abril contra una reforma al seguro social.

"Vi los videos de aquel bosque en llamas y me di cuenta que algo andaba mal. Estuve en marchas, en barricadas, en tranques, en todos los espacios posibles de la protesta cívica”, relata.

DPA/RVN
Opositores excarcelados aún no recuperan la libertad.  Opositores excarcelados aún no recuperan la libertad. Reviewed by RVN on 7/02/2019 09:24:00 a. m. Rating: 5

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