Temen de un gran terremoto conocido como "Big One" en California.

Un temblor de 6,4 grados el 4 de julio y otro de magnitud 7.1 sacudió el sur de California el viernes 5 de julio del 2019, en menos de 48 horas después de que el sismo de menor magnitud golpeara la misma área.Los especialistas alertan sobre un posible terremoto de mayores proporciones para los próximos días.

El sismo que sacudió el sur de California se sintió fuertemente en Los Ángeles, según lo informado por el Servicio Geológico de los Estados Unidos.

El epicentro del primer temblor, que se registró a una profundidad de 8,7 kilómetros, se ubicó en los alrededores de Ridgecrest, una localidad a unos 250 kilómetros al norte de Los Ángeles. mientras que el sismo de 7.1 del sábado se registró a 17 km de la pequeña ciudad de Ridgecrest,  Este movimiento fue 11 veces más fuerte que el anterior, según el USGS. Sismos de esta magnitud no se sentían desde hacía dos décadas.

"Hay una probabilidad de uno en 20 de que esta ubicación tenga un terremoto aún mayor en los próximos días, y que aún no hayamos visto el terremoto más grande de la secuencia", advirtió la sismóloga Lucy Jones en una conferencia de prensa.

"Algunas réplicas probablemente superarán la magnitud 5°, lo que significa que probablemente serán dañinas", explicó Jones.

La científica precisó que el terremoto no se produjo a lo largo de la famosa falla de San Andrés, donde los expertos temen un gran terremoto conocido como "Big One" que podría causar el caos en Los Ángeles y a lo lago de la costa oeste.

Los últimos sismos registrado en el sur de California son los mas fuertes desde el terremoto de 7,1° de la localidad de Hector Mine, en 1999, que había sacudido la base de los marines de Twentynine Palms.

Se reavivó los temores por la llegada del "Big One", un hipotético y devastador terremoto que se originaría en la falla de San Andrés y que podría tener gravísimas consecuencias para el estado norteamericano.

Tras los sismos de 6,4 y 7,1 grados que sacudieron California en 24 horas, tomó fuerza la advertencia de Thomas Jordan, director de Southern California Earthquake Center, quien aseguró que la falla de San Andrés se encuentra "bloqueada, cargada y lista para rodar".

Según el sismólogo, el límite tectónico entre la placa Norteamericana y la placa del Pacífico parece encontrarse en estado crítico, lo que podría generar un megaterremoto de efecto catastrófico conocido como el "Big One".

El pronóstico de Jordan se basa en el hecho de que la parte sur de la falla de San Andrés está en tensión constante desde 1857. Cuando esta fue liberada en el área norteña de Bahía de San Francisco en 1906, produjo un evento de magnitud 7.8. Mientras tanto, en 1989, generó un terremoto en Loma Prieta de 6.9 grados.

Al considerar los eventos ocurridos en la parte norte de la falla y el tiempo que la tensión lleva acumulándose en el sector sur, los expertos calcularon que la magnitud del "Big One" podría ser de hasta 8.0 grados y que éste podría desatarse en los próximos 30 años.Tras tantos años de aparente tranquilidad, para Thomas, se acerca la hora de un gran terremoto.

En este sentido, un informe del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) alertó en 2008 sobre un terremoto de magnitud 7.8 grados con origen en la región sur de la falla de San Andrés. De ocurrir, podría causar más de 1,800 muertes, 50,000 heridos y 200,000 millones de dólares en daños.

La mayor preocupación que supone la falla de San Andrés se encuentra en su extremo sur, ya que se tienen registros de su actividad sísmica cada aproximadamente 150 años. Pero actualmente han pasado 300 años sin que esta parte haya tenido un movimiento realmente fuerte, por lo que la acumulación de energía podría ocasionar uno de los terremotos más devastadores de la historia.