Policía Investiga crimen de abogada de Estelí.

“¡Me mataron a mi hija, es ella, hermana! ¡Esos ingratos me la mataron, es mi hija!”, dijo con voz entrecortada Pedro Pablo Díaz Zeledón, al confirmarle vía telefónica a Izayda Guerrero Díaz que el cuerpo que estaba como desconocido en la morgue del Instituto de Medicina Legal era el de su hija, la abogada Marbellí del Carmen Díaz Sancho, quien tenía 34 años.

Don Pedro Pablo llegó a la morgue acompañado de su cuñada, una judicial de Matagalpa, de donde es originaria toda la familia.

“Cuando sale en las noticias que encuentran el cuerpo de una mujer en Las Banderas, ellos (la familia) me llamaron para ver si yo sabía algo, porque el hallazgo fue aquí; pero yo les recomendé, para salir de dudas, que fueran directamente al Instituto de Medicina Legal y el miércoles por la tarde me estaban confirmando que mi sobrina era la mujer asesinada”, comentó entre lágrimas Izayda Guerrero.

Escéptica

“La familia desconocía si ella tenía tatuaje, pero lo confirmaron con el marido, Juan Salvador Reyes Hernández, de 36 años, quien ya estaba retenido en la delegación policial de Estelí al comprobarse que era ella; la Policía luego lo trasladó a Managua y dicen que ahí está”, confirmó Guerrero, tía de la víctima.

Aunque las autoridades policiales en Estelí y Managua no confirman ni niegan la retención de Reyes, fuentes ligadas a las investigaciones señalan que lo tienen “guardado”.

La familia doliente, vecinos y colegas de la abogada Díaz se mantienen escépticos y se rehúsan a creer que Reyes, con quien la víctima procreó tres hijos de 13, 10 y 8 años, tenga que ver en el deceso de la litigante.

“El señor (Reyes) era guía espiritual de la Iglesia presbiteriana, su proceder era de una persona correcta y tolerante. Nunca le escuchamos una expresión con palabras fuertes o fuera de tono, lo consideramos una persona educada”, dijo uno de los vecinos, quien añadió que el matrimonio permanecía poco en la casa que alquilaba.

Allanamientos en Estelí

En busca de elementos que permitan esclarecer el crimen de la abogada, ayer por la tarde se observó en la casa que alquilaba la pareja, ubicada en el barrio “Jaime Úbeda”, a peritos e investigadores de la Dirección de Auxilio Judicial y de Inteligencia de la Policía Nacional, quienes también interrogaron a los vecinos.

La última vez que la familia vio con vida a la abogada fue el viernes 29 de agosto, ya que el día siguiente ella debía estar Managua realizando diligencias de la entidad religiosa a la que pertenecía.

Lo único que confirmó la Policía —a través del comisionado Ernesto Castro, portavoz en Estelí— fue que Reyes reportó a su esposa como desaparecida el martes 2 de septiembre y ese mismo día por la tarde se conoció el hallazgo del cadáver envuelto en dos sacos rellenos de piedras y atados a varillas de hierro, abandonado en un desagüe en el kilómetro 45 carretera Managua-Boaco.

 ¿En un bar?

SOLA • Se conoció que la víctima, Marbellí del Carmen Díaz Sancho, llegó sola la noche del sábado 30 de agosto a un bar ubicado en Las Banderas.

“Ella entró sola, vestía muy elegante, un blazer y falda azul oscuro y una blusa de centro blanca. Se sentó en una mesa y se tomó dos litros, luego estuvo conversando de largo con tres muchachos que estaban a la par y uno de ellos la invitó a una cerveza; ella la pidió enlatada porque se la iba a llevar”, dijo la mesera que supuestamente atendió a la litigante.

“Escuché que les dijo (a los muchachos) que era abogada y llevaba un portafolio negro y un bolso del mismo color. Me preguntó dónde quedaba la parada ‘La Gallera’ y le dije que era en Tipitapa; luego salió del local”.

“Pasó como media hora y todo el tiempo estuvo hablando por teléfono y chateando, luego se fue. Miré que estuvo en la parada de los buses que van a Boaco, pero como estaba brisando se regresó y dijo: ‘Ay, tengo miedo de estar ahí, está muy oscuro’; pero luego miré que se cruzó la carretera y caminó con dirección a Managua; de ahí no supe más, hasta que salió en las noticias”, agregó la testigo.

Las autoridades policiales continúan atando cabos; sin embargo, se conoció que trasladarían a Reyes —siempre escoltado— a darle el último adiós hasta el barrio Guanuca, de Matagalpa, donde fue velado el cuerpo. Los hijos de la pareja están bajo tutela de la familia materna. 

Fátima Tórrez González y Máximo Rugama/END