Deportan a documentalista austríaco-estadounidense de Nicaragua.

Un documentalista de origen austríaco-estadounidense que cubría la crisis sociopolítica que atraviesa Nicaragua fue capturado y deportado a El Salvador, informaron este martes ONGs y medios locales.

El documentalista David Goette-Luciak, quien informaba de los sucesos de Nicaragua para The Washington Post en Estados Unidos y The Guardian en Reino Unido, fue capturado la mañana de este lunes, dijo su papá, Ilja Luciak, a periodistas nicaragüenses.

Goette-Luciak llevaba varios meses informando sobre la crisis de Nicaragua, que ha cobrado entre 322 y 512 muertos desde abril pasado, principalmente en protestas contra el presidente Daniel Ortega, según datos de organismos humanitarios locales y extranjeros.

Entre los muertos se cuenta al periodista nicaragüense Ángel Gahona, quien recibió un balazo certero en el pecho mientras cubría una maniobra de antimotines en la ciudad de Bluefields (sureste), en abril pasado.

El documentalista era objeto de una campaña de desprestigio emprendida desde mediados de septiembre por grupos oficialistas, que cuestionaron la información que Goette-Luciak reportaba a los medios extranjeros, indicaron periodistas nicaragüenses tras confirmar su detención, la que calificaron de "secuestro", por supuestamente carecer de orden judicial.

En los primeros días de la insurrección de abril, el periodista estadounidense Tim Rogers tuvo que abandonar Nicaragua, luego que  también lo señalaran de ser “agente de la CIA”.

Rogers fue enviado por el medio de noticias Fusion, de Estados Unidos, a dar cobertura a las situación en Nicaragua tras las protestas ciudadanas que empezaron contra las reformas a la seguridad social que fueron reprimidas .

La oficina del Alto Comisionado de la Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) han responsabilizado al Gobierno de Ortega por "más de 300 muertos", ejecuciones extrajudiciales, torturas, obstrucción a la atención médica, detenciones arbitrarias, secuestros, violencia sexual, entre otras violaciones a los derechos humanos.

Los organismos humanitarios estiman que el Gobierno tiene en prisión a más de 300 "presos políticos".

Ortega ha negado los señalamientos y sostiene que se trata de un intento de "golpe de Estado".

Las protestas contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, iniciaron el 18 de abril pasado, por unas fallidas reformas de la seguridad social, y se convirtieron en una exigencia de renuncia debido a los centenares de muertos durante las manifestaciones.