Como la Argentina: las razones de los otros cuatro países que se abstuvieron de condenar detenciones en Nicaragua en la OEA

La resolución contra los abusos del gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo obtuvo 26 votos a favor en el seno de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y tres en contra, con la propia Nicaragua a la cabeza. Además de la Argentina, hubo otros cuatro países que se abstuvieron, y estos sus motivos:

México

El país del norte del continente y la Argentina mantienen una misma línea tanto ideológica como de voto en el seno de la OEA. La toma de postura la había adelantado su canciller, Marcelo Ebrard, horas antes: preocupación por las acciones ordenadas por la pareja presidencial nicaragüense, pero “estricto respeto a su política de intervención y autodeterminación de los pueblos”. Las mismas palabras que emplea el Grupo de Puebla en su defensa de la revolución bolivariana.

“Ninguna sorpresa: los gobiernos de México y la Argentina funcionan dentro de la lógica de las solidaridades automáticas”, recuerda la politóloga María Puerta Riera, profesora de gobierno americano en Florida.

Alberto Fernández y Andrés Manuel López Obrador anunciaron la producción conjunta de la vacuna contra el coronavirus en agosto pasado.

“Abstenciones como las de México y la Argentina evidencian también que hay esfuerzos tras bastidores para tratar de convencer a Ortega y Murillo que liberen a quienes han sido detenidos arbitrariamente”, matiza por su lado el internacionalista Mariano de Alba. Entre bastidores se cree que la cancillería argentina busca el respaldo del Vaticano para negociar por los detenidos.

No obstante, Puerta estima que para Alberto Fernández y Andrés Manuel López Obrador “votar en contra no era necesario. La abstención es igualmente deplorable, porque significa condonar lo que está haciendo Ortega, o peor aún, restarle importancia a la violación de los derechos humanos”.

La decisión de la Argentina en la OEA -que se abstuvo de condenar los arrestos fue duramente criticada por el excanciller de Mauricio Macri Jorge Faurie. “Es un error y una tragedia para la trayectoria de derechos humanos de la Argentina”, sostuvo el exfuncionario de Cambiemos, quien agregó que la postura “nos deja del lado de las dictaduras” y apuntó contra el embajador ante el organismo, Carlos Raimundi.

El exministro de Relaciones Exteriores expresó que desde el gobierno de Raúl Alfonsín la Argentina estableció como “un umbral” la defensa de los derechos humanos, algo que distingue al país en el mundo. “Lo hemos abandonado por completo en este año y medio de gobierno, no siendo capaces de criticar las violaciones terribles que existen a los derechos humanos en Venezuela, retirándose de la denuncia hecha en el Tribunal Penal Internacional y, ahora, votando en la OEA contra el consenso de 26 países de la región”. 

En ese sentido, continuó: “Quedando en un lote de cuatro países, que con una explicación abstrusa dada por el representante argentino Raimundi nos deja del lado de las dictaduras, de las autocracias, de aquellos que no respetan los derechos humanos y que no son capaces ni siquiera de ir a una contienda electoral”. 

Honduras

La mayor sorpresa de la sesión extraordinaria en la OEA provino de gobierno de Tegucigalpa, presidido por el derechista Juan Orlando Hernández, en las antípodas políticas del sandinismo. Honduras suele votar contra el gobierno de Nicolás Maduro y forma parte del Grupo de Lima, por lo que ese voto contra la ofensiva sandinista se daba por seguro.

En paralelo, Hernández vive su peor momento en sus relaciones con Washington, desde que un fiscal de Nueva York implicara al mandatario hondureño en tráfico de drogas.

“El gobierno hondureño y su presidente son considerados en Estados Unidos prácticamente criminales por lo del narcotráfico. Es de suponer que Honduras no va a apoyar ninguna intervención en Nicaragua, como tampoco aceptar que se promuevan acciones similares en cuanto a su propio gobierno”, desvela Puerta.

Dominica

La isla de 60.000 habitantes es una aliada irreductible del chavismo, beneficiada durante años por el petróleo barato de PetroCaribe, la iniciativa puesta en marcha por Hugo Chávez para atornillar su alianza con el bloque de países del Caribe.

Como dicen en Venezuela, medio en serio, medio en broma, Dominica es más chavista que el propio Chávez. Lo más llamativo es cómo este bloque caribeño se deshizo a la hora de apoyar a Ortega y solo Dominica fue fiel a las directrices de Caracas. Charles Savarin, líder del Partido Laborista, gobierno en la isla desde 2013, el mismo año en que Maduro accedió al poder.

Belice

El país más pequeño de América Central tampoco suele votar en contra de Maduro en el seno de la organización panamericana, incluso fue uno de los que no censuró el último fraude electoral en las elecciones parlamentarias del año pasado.

Movido también por su cercanía territorial con Nicaragua, apostó el martes por la abstención. Es el mismo voto que ya esgrimió durante la votación para desconocer los resultados de las presidenciales de 2018 en Venezuela. Belice, cuyo primer ministro es Johnny Briceño, formó parte de PetroCaribe, pero se retiró en 2018 de esa alianza internacional.