Nicaragua, "solidaria con la causa palestina", condena el "agravamiento" de ese conflicto

El Gobierno de Nicaragua, presidido por el sandinista Daniel Ortega, se ha declarado este sábado "siempre solidario con la causa palestina" y condenó el "agravamiento" del "terrible" conflicto Israelí-Palestino.

En un comunicado, titulado "Basta ya de víctimas y dolor", el Gobierno nicaragüense dijo que "con toda responsabilidad y conocimiento de causa, condenamos enérgicamente el agravamiento del terrible conflicto Israelí-Palestino, que genera cada vez más víctimas y dolor entre tantas familias inocentes, y que agrava la situación, ya suficientemente violenta, de la región y del mundo".

El ataque contra Israel llevado a cabo a primeras horas de este sábado por el grupo Hamás y otras milicias palestinas extremistas ha generado una condena general en América encabezada por EE.UU., el principal aliado de los israelíes -al que no se sumó Nicaragua-, a la par que un llamamiento al diálogo para evitar una peligrosa escalada de la violencia en Oriente Medio.

En su mensaje, el Ejecutivo nicaragüense condena "enérgicamente, como siempre, esta trágica, dramática situación que empeora continuamente, frente a la soberbia, la ceguera, incomprensión e inacción de la comunidad internacional y particularmente de las Naciones Unidas".

"Cada víctima, cada familia golpeada por la muerte, la destrucción material; la destrucción de los modos y medios de vida; la destrucción de su cultura y sus expresiones y espacios de fe y adoración; la ocupación infame de sus territorios; cada familia violentada, constituye un agravio en la conciencia del mundo, y de la humanidad", continuó. "Llamamos al mundo a la reflexión"

El Gobierno sandinista, que se declaró en el mensaje ser "siempre solidarios con la causa palestina, siempre fraternos, siempre cercanos, explicó que "al condenar la barbarie desatada nuevamente entre dos pueblos hermanos, desde nuestras propias experiencias de guerras impuestas, llamamos al mundo a la reflexión".

También "a la acción respetuosa, de los valores, la cultura y las formas de vida familiar y comunitaria, que han sido por décadas ignoradas, alteradas y dilapidadas por la voracidad imperial, por el egoísmo, la insensatez, insensibilidad, y desprecio, desde el no reconocimiento del Estado Palestino, es decir, del prójimo, como igual".

El Ejecutivo nicaragüense llamó "a las Naciones Unidas, a la comunidad internacional, a la conciencia del mundo, a pronunciarse y contribuir a detener esta nueva masacre de hermanos, que nos exige a todos, respeto y solidaridad, para emprender nuevamente los diálogos, las conversaciones, indispensables, en base a todo derecho, para defender la vida de todos".

"Los pueblos palestinos e israelí tienen derecho a vivir seguros y en paz. Debemos respetuosamente contribuir al diálogo que asegure sus derechos y el reconocimiento pleno de sus Estados", abogó Nicaragua.

El sorpresivo ataque llevado a cabo por el grupo islamista radical Hamás desde la Franja de Gaza contra Israel y la respuesta militar ordenada por el Gobierno de Benjamín Netanyahu, que declaró el “estado de guerra”.

El exembajador nicaragüense ante la OEA Arturo McFields Yescas dijo que el Gobierno de Nicaragua, que se declaró "siempre solidario con la causa Palestina", puede volver a romper relaciones con Israel, como lo hizo en 1982 y 2010.

El Gobierno de Ortega se declaró el sábado "siempre solidario con la causa palestina" y condenó el "agravamiento" del "terrible" conflicto Israelí-Palestino mientras que dirigentes de la oposición nicaragüense se solidarizaron con Israel y condenaron a su vez los "ataques terroristas". 

Israel se declaró el sábado en estado de guerra, después de que Hamás lanzara un ataque múltiple sin precedentes por tierra, mar y aire, que pilló al país por sorpresa con el lanzamiento de miles de cohetes e incursiones terrestres en suelo israelí, donde han masacrado y secuestrado a decenas de israelíes. 

Ese ataque contra Israel ha generado una condena general en América encabezada por EE.UU., el principal aliado de los israelíes -al que no se sumó Nicaragua-, a la par que un llamamiento al diálogo para evitar una peligrosa escalada de la violencia en Oriente Medio.

La comunidad internacional ha expresado su solidaridad con el gobierno israelí en diferentes partes del mundo. Mandatarios de América Latina y del continente africano han llamado a la paz y condenan la guerra desatada el sábado 7 de octubre entre los dos Estados de Medio Oriente. Desde Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva calificó el ataque de Hamás como un atentado terrorista y expresó su “repudio a toda forma de terrorismo”. 

El gobierno de Chile liderado por Gabriel Boric, no tardó en publicar un comunicado para condenar el ataque de Hamás hacia Israel, y llamó “al cese de esta violencia inconducente, a fin de evitar una escalada que provoque mayores daños y sufrimientos a la población civil”. En este país se concentra la comunidad palestina más números de América Latina. 

En sus redes sociales, el gobierno chileno comparte números de emergencias tanto de Israel como de Palestina. Dificultades para justificar respaldo México, Paraguay, Panamá y Argentina han expresado mensajes similares de solidaridad y condena. 

No obstante Bolivia, que también urge la paz en la región, dirigió su diplomacia contra las Naciones Unidas, a la cual calificó de irresponsable ante este conflicto que lleva décadas. “Las Naciones Unidas, la comunidad internacional, tenemos la responsabilidad histórica para contribuir a superar esa situación crítica, mediante la búsqueda de soluciones de fondo”, concluyó en su comunicado.

En dos días, hay más de 2.200 heridos, aunque las cifras pueden subir a medida que las tropas israelíes recuperan el control de áreas tomadas por Hamás; mientras que los fuertes bombardeos israelíes de respuesta sobre Gaza han dejado más de 413 muertos y 2.300 heridos.