Nicaragüense que mató a su novia en Estados Unidos apela a sentencia.

El nicaragüense Orlando Enrique Tercero Moreno, sentenciado en noviembre pasado a 30 años de prisión por asesinar a su novia, la estadounidense Haley Anderson, apeló el fallo este martes ante la justicia de Nicaragua, donde cumple su condena.

Tercero y su defensa acudieron al Complejo Judicial de Managua, para presentar una apelación al fallo, con base en supuestos trastornos mentales sufridos por el nicaragüense. El abogado defensor de Tercero, Eduardo Rubí, pidió a la justicia de Nicaragua un 'dictamen médico legal psiquiátrico y se valore acorde a la declaración del acusado que haga en su momento, establecer un eximente de responsabilidad ya sea transitorio o permanente'.

Un representante el Ministerio Público nicaragüense se mostró inconforme con la solicitud, por considerar que esa petición debió hacerla durante el juicio, y no después del fallo que lo declaró culpable.   

Durante el juicio de 2019, el psiquiatra forense nicaragüense Donald López presentó un informe valorativo sobre el estado mental de Tercero, en el que concluyó que 'no se encuentran síntomas o signos que orienten alguna psicopatología activa, por el momento' en el agresor. Tercero mató a Anderson el 8 de marzo de 2018 en Nueva York, cuando víctima y victimario, quienes tenían una relación de pareja, llegaron en estado de ebriedad a su apartamento, donde el hombre la asfixió con sus manos, según el expediente del caso.

 Tras el crimen, el hombre escribió una nota en inglés y español, disculpándose por el hecho, con la siguiente frase: 'Lamento mucho esto, jamás me sentí capaz de hacer esto, esto es una estupidez, lo siento', según la acusación de la Fiscalía nicaragüense. Ese mismo día, el acusado abandonó su apartamento y se dirigió al aeropuerto internacional John F. Kennedy, y tomó un avión con rumbo a Nicaragua.

En agosto pasado la Corte Suprema de Justicia de Nicaragua rechazó una solicitud de extradición pasiva del condenado, ya que tiene nacionalidad nicaragüense, por el lazo consanguíneo con sus padres, pese a nació en Estados Unidos.