El Gobierno de Nicaragua afirma que su modelo es la "esencia de la democracia"

El Gobierno de Nicaragua afirmó este jueves que su modelo administrativo es la "esencia de la democracia", pese a que la crisis sociopolítica tiene al país en un proceso de aplicación de la Carta Democrática Interamericana en la Organización de los Estados Americanos (OEA).

"Tenemos la dicha y la bendición de vivir en un país donde se desarrolla un modelo de protagonismo, esencia de la democracia", afirmó la vicepresidenta Rosario Murillo en medios de comunicación del Gobierno de Nicaragua, que preside su esposo, Daniel Ortega.

Las palabras de la primera dama contradicen los reclamos de la oposición, que sostiene que en Nicaragua se vive una dictadura más cruel incluso que la de Anastasio Somoza Debayle, derrocada en 1979, dado que expresarse en contra de Ortega o alzar la bandera nacional es motivo de cárcel.

La respuesta del Gobierno a toda forma de rechazo hacia Ortega ha dejado al menos 328 muertos desde el estallido social de abril de 2018, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

"Si no hay protagonismo del pueblo, o de los pueblos, o de los grupos sociales dentro del pueblo, no hay democracia, esa es la verdad", sostuvo Murillo.

En el modelo citado por la primera dama, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), liderado por Ortega, jefe supremo del Ejército y la Policía, domina todos los Poderes del Estado, así como las alcaldías y entes autónomos.

Tanto los movimientos opositores como organismos internacionales reclaman a Ortega el cumplimiento de los derechos constitucionales de libertad de expresión, reunión, movilización, información y prensa, sin éxito.

La CIDH y la oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) han responsabilizado al Gobierno de Nicaragua por la violencia que ha dejado cientos de muertos, presos y desaparecidos, miles de heridos y decenas de miles de exiliados.

El Gobierno, al que la CIDH señala de cometer crímenes "de lesa humanidad", ha admitido 200 víctimas mortales en el marco de la crisis, frente a 595 que cuentan algunas organizaciones humanitarias locales.

Ortega ha explicado que se ha tenido que defender de un supuesto "golpe de Estado fallido".

Actualmente una comisión de la OEA, ordenada por su Asamblea General, investiga el caso de Nicaragua.

Si la comisión concluye que en Nicaragua se ha violado el orden constitucional, la OEA podría aplicar al país la Carta Democrática Interamericana, lo que supondría su suspensión del organismo.