Piden magistrados "creíbles" ante las elecciones en Nicaragua
Dos miembros del Episcopado de Nicaragua pidieron este domingo a los políticos locales misericordia y magistrados creíbles, de cara a las elecciones de noviembre próximo, en las que el presidente Daniel Ortega buscará su tercera reelección consecutiva.
El cardenal Leopoldo Brenes, presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, y el influyente obispo Rolando Álvarez hicieron peticiones expresas relacionadas con un proceso electoral cargado de dudas debido a que actualmente no existen condiciones mínimas para su desarrollo, según los opositores.
"En un tiempo quizá lleno de tensiones, en este año electoral lleno de conflictos, de descalificaciones, de dudas, de sentimientos de buscar poder, de buscar cargos, ser misericordiosos, es el gran reto, que en otras palabras sería trabajar por el bien común, no por el bien personal", dijo Brenes.
Aunque el cardenal de Nicaragua no dijo nombres, en las últimas semanas el número de aspirantes a la Presidencia por parte de la oposición pasó de dos a diez, y con ellos las críticas por el pasado o carencias de cada uno.
El conservador Noel Vidaurre se convirtió en el mas reciente aspirante presidencial, junto al exdiplomático Arturo Cruz y la periodista Cristiana Chamorro Barrios, ambos "independientes"y Juan Sebastián Chamorro de la Alianza Cívica (ACDJ),Medardo Mairena del Movimiento Campesino, Félix Maradiaga, de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB); George Henríquez, de Yatama; Miguel Mora, del Partido Restauración Democrática (PRD y Luis Fley, de Fuerza Democrática Nicaragüense (FDN).
"Como se dice en buen nicaragüense: la pelota de la misericordia está en nuestra cancha. Los exhorto en este domingo, que el gran reto de nosotros sea ser misericordiosos como el Padre", agregó el purpurado, en su misa dominical.
Por su parte, Álvarez fue explícito en su homilía, al reclamar "magistrados creíbles", dos días después de que la Asamblea Nacional (Parlamento), dominada por el oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), anunció elecciones en el Consejo Supremo Electoral (CSE), cuyos jueces han sido criticados por supuestamente favorecer a Ortega en cada elección desde 2008.
"Los nicaragüenses esperamos y necesitamos magistrados creíbles en el Consejo Supremo Electoral, que generen confianza en el pueblo, las necesarias y urgentes reformas electorales que garanticen y legitimen unas elecciones libres, justas y transparentes", resaltó el obispo, que calificó los meses previos a los comicios como "momentos cruciales".
La oposición ha mostrado pocas esperanzas de que esto ocurra, debido a que la elección de los magistrados estará en manos de la Asamblea Nacional.
Las elecciones del 7 de noviembre próximo son esperadas desde el estallido social de 2018 contra Ortega, quien calificó el suceso como un "golpe de Estado fallido", y en el que murieron al menos 328 personas como producto de ataques armados de policías y paramilitares progubernamentales, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
En 2014 el Episcopado ya había advertido a Ortega de un posible estallido social, por la forma en que maneja el país, calificada como "dictadura" por la oposición, y cuando este ocurrió, el presidente calificó de "golpistas" a los obispos, quienes han denunciado que la Iglesia Católica en Nicaragua es perseguida.
Las próximas elecciones de Nicaragua serán cruciales, ya que servirán para detener o extender el dominio casi total que Ortega mantiene sobre la política local desde 1979.
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