EEUU apuesta a dosis de refuerzo ante pronóstico de alza de casos

Como estaba previsto, el presidente Joe Biden anunció este jueves un nuevo plan para frenar el avance del coronavirus en invierno y de la nueva variante, bautizada como ómicron, de la que ya se han registradodos casos en Estados Unidos, uno en California y otro en Minnesota. Su estrategia formada por nueve puntos incluye un programa para incrementar el número de dosis de refuerzo, acelerar la vacunación de menores e implementar mayores restricciones para los viajeros internacionales.

Ante la predicción de un alza de contagios de COVID-19 para este invierno en el hemisferio norte, el presidente Joe Biden exhortó a los estadounidenses para que se pongan la dosis de refuerzo de la vacuna y respalden su plan para afrontar la variante ómicron por medio de una mayor disponibilidad de las inyecciones, pero sin nuevas restricciones importantes para las actividades cotidianas.

A partir de la semana que viene, los viajeros que quieran ingresar al país deberán presentar una prueba negativa de Covid-19 -PCR o de antígenos- realizada 24 horas antes, una modificación con respecto a las 72 horas que regían hasta ahora. La normativa se aplicará independientemente del nivel de vacunación del viajero. 

El uso obligatorio de mascarillas en aviones, barcos, trenes y transporte público se extenderá al menos hasta mediados de marzo, con multas incrementadas para los que no respeten la norma. La mínima será de 500 dólares y la máxima de 3.000 en el caso de los reincidentes. 

Además, la Casa Blanca facilitará pruebas gratuitas de coronavirus en casa con el fin de controlar el ascenso de casos durante la pandemia, todo ello sin comprometer la marcha de la economía, duramente golpeada en los últimos 20 meses. 

"Vamos a combatir esta variante con ciencia y velocidad, no con caos y confusión", dijo el mandatario. El plan es combinar los recursos de los 150 millones de asegurados de forma privada con distribución de pruebas en más de 20.000 puntos de todo el país, incluyendo centros de salud y clínicas rurales.

Biden desea que su plan incluya el requerimiento de que las aseguradoras privadas cubran el costo de pruebas caseras de COVID-19 y mayores restricciones para quienes deseen ingresar al país, independientemente de su estatus de vacunación. Pese a que muchas naciones están cerrando sus fronteras y ordenando confinamientos, el presidente dijo que por ahora no impondrá más restricciones aparte de sus recomendaciones de ponerse la mascarilla en espacios púbicos cerrados.

“Los expertos señalan que los casos de COVID-19 seguirán aumentando en las próximas semanas este invierno, por lo que debemos estar preparados”, afirmó Biden durante una visita a los Institutos Nacionales de Salud en una zona suburbana de Maryland luego de una sesión informativa con asesores científicos.

El presidente reiteró que su nueva estrategia “no incluye cierres ni confinamientos” y que esperaba el respaldo de ambos partidos políticos.

“El plan que anuncio hoy no lanza golpes en la pelea contra el COVID-19, y es un plan que creo debería unirnos”, subrayó Biden.

Las impugnaciones legales han impedido que entre en vigor el requerimiento federal de que los trabajadores de empresas grandes se vacunen contra el COVID-19 o se realicen pruebas diagnósticas, y eso ha llevado al presidente a instar a los negocios a establecer sus propios mandatos con la finalidad de que las compañías puedan seguir abiertas sin brotes del virus.

El gobierno estadounidense considera la disponibilidad de las vacunas de refuerzo como su herramienta más eficaz para combatir el COVID-19 en el invierno. Los expertos médicos coindicen en que las vacunas de refuerzo ofrecen una protección duradera contra la enfermedad, incluso contra las nuevas variantes.

Se desconoce mucho sobre la variante ómicron, como si es más contagiosa, si causa síntomas más severos o si es capaz de evadir la protección que brindan las vacunas. Funcionarios dijeron el jueves que un segundo caso de la variante ómicron ha sido confirmado en Estados Unidos.

Unos 100 millones de estadounidenses son elegibles para recibir la vacuna de refuerzo en Estados Unidos, y la cifra aumenta cada día. Las autoridades creen que convencer a los ya vacunados para que se pongan el refuerzo será más fácil que convencer a los que siguen negándose a vacunarse.