Brasil protestará ante EE.UU. por "trato degradante" contra migrantes deportados
Un avión de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB), con 88 brasileños deportados de Estados Unidos, aterrizó en el aeropuerto internacional de Confins, en Belo Horizonte, Minas Gerais, a las 21:10. Sin embargo, lo que debió ser un regreso ordenado se convirtió en una experiencia traumática, según denunciaron los pasajeros.
De acuerdo con el diario Estado de Minas, los migrantes denunciaron haber sido víctimas de maltrato por parte de agentes estadounidenses durante la escala del avión en Panamá. Uno de los pasajeros, Kalebe Barbosa Maia, de 28 años, relató las difíciles condiciones que enfrentaron durante el viaje: “El aire acondicionado se rompió. La turbina del avión falla. Las condiciones eran precarias. Fue un momento desesperado”.
El fallo en el motor provocó retrasos en la reanudación del vuelo, lo que obligó a los deportados a permanecer dentro de la aeronave, incluso en momentos en que el aire acondicionado no funcionaba. Según los testimonios, el ambiente se tornó insoportable, y varias personas, incluidas mujeres y niños, comenzaron a sentirse enfermas debido a la falta de agua, comida y acceso a los baños.
Protestas y presuntos ataques
En medio de este escenario, algunos pasajeros protestaron exigiendo salir del avión, lo que desató tensiones con los agentes estadounidenses presentes. Según los relatos, estas discusiones habrían derivado en agresiones físicas. Kalebe Barbosa Maia incluso mostró una marca en el cuello que atribuyó a un ataque por parte de los oficiales.
La situación escaló al punto de que los pasajeros decidieron tomar medidas extremas: abrieron una puerta de emergencia y pidieron ayuda cuando el avión aterrizó en el aeropuerto.
Críticas y respuesta del gobierno brasileño
El gobierno brasileño expresó su rechazo al trato recibido por sus ciudadanos. Según denuncias, algunos deportados fueron obligados a viajar esposados durante todo el vuelo. Ricardo Lewandowski, ministro de Justicia, instruyó a la Policía Federal para que recibiera a los pasajeros en Manaos y exigiera a los representantes estadounidenses que retiraran las esposas.
El Ministerio de Relaciones Exteriores (Itamaraty) calificó el trato de “degradante” y anunció que pedirá explicaciones al gobierno de Estados Unidos. El ministro Mauro Vieira se reunió este sábado con altos funcionarios de la Policía Federal y de la Fuerza Aérea Brasileña para respaldar las investigaciones.
“La reunión respaldará la solicitud de explicaciones del gobierno norteamericano sobre el trato degradante dado a los pasajeros del vuelo”, señaló Itamaraty en redes sociales.
El retorno de los brasileños se realizó bajo un acuerdo firmado en 2017 entre Brasil y Estados Unidos, durante el gobierno de Michel Temer. Este convenio busca facilitar la repatriación de personas en situación irregular en Estados Unidos que hayan agotado sus recursos legales.
Itamaraty aclaró que la deportación no está vinculada a las medidas migratorias del presidente Donald Trump, sino al cumplimiento del acuerdo bilateral. Según este, solo pueden ser deportadas personas sin posibilidad de revisión de sentencia, excluyendo a quienes tienen apelaciones pendientes.
El avión tenía como destino la ciudad de Belo Horizonte (sudeste), pero por un problema técnico tuvo que llegar a Manaos, prevista como escala. Imágenes de la televisión brasileña mostraron a algunos pasajeros al descender de la aeronave civil, con las manos esposadas y los tobillos amarrados. «Los brasileños que llegaron esposados fueron inmediatamente liberados de las esposas», informó la Policía Federal, «en garantía de la soberanía brasileña en territorio nacional».
Los deportados debieron permanecer una noche y un día en el aeropuerto. El presidente Lula da Silva ordenó este sábado que una aeronave de la Fuerza Aérea brasileña asumiera el traslado de los expulsados a su destino final. El vuelo llegó el sábado a las 21:10 hora local (00:10 del domingo hora GMT) a Belo Horizonte, constató la AFP.
En un comunicado, la Embajada de Estados Unidos confirmó que los brasileños ya se encuentran bajo custodia de las autoridades locales, pero aún no se han pronunciado sobre las denuncias de maltrato.
🇧🇷🇺🇸 | Brasil criticó el uso de esposas en inmigrantes deportados como una “falta de respeto” tras un aterrizaje en Manaos.
— UHN Plus (@UHN_Plus) January 26, 2025
La administración Trump defendió la medida como protocolo de seguridad y no planea cambiarla.
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