Fallece hombre que desenterró el cuerpo de su hijo en Jinotega
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| Foto: Ervin Amando Hernández en la tumba de su nieto fallecido . |
La comunidad ha manifestado que la decisión de don Héctor de poner fin a su existencia estuvo signada por una severa crisis emocional, derivada de un profundo luto que no logró superar. Este dolor se vio intensificado tras la reciente pérdida de su hijo, Héctor Armando Hernández, de 17 años, quien falleció en un accidente de tránsito. Testigos relataron cómo, semanas antes de su deceso, don Héctor fue captado por cámaras de seguridad mientras caminaba en la madrugada cargando en hombros el cadáver de su hijo, situación que ha generado gran impacto entre los habitantes de la zona.
El trágico accidente ocurrió el 31 de octubre en la comunidad La Zompopera, donde el joven perdiera la vida al chocar su motocicleta contra una vaca. Posteriormente, fue ingresado en un centro de salud, donde falleció el 4 de noviembre debido a las graves lesiones sufridas. Al día siguiente, se le dio cristiana sepultura en el cementerio de la comunidad.
Sin embargo, el profundo dolor y la negación de la pérdida llevaron a don Héctor a actuar de manera desesperada. En la madrugada del 6 de noviembre, presuntamente bajo el efecto del alcohol, se dirigió al cementerio para desenterrar el ataúd de su hijo. Con la justificación de que su hijo “tenía frío y necesitaba ser abrigado”, llevó el cuerpo a su hogar. Este acto, aunque incomprensible, refleja la profunda tristeza y el estado de desesperación en el que se encontraba el padre. Las autoridades de salud y policiales intervinieron, logrando convencer al dolido hombre de que entregara el cuerpo, el cual fue llevado de nuevo al cementerio para su posterior inhumación.
Este trágico suceso no es un hecho aislado en Nicaragua. Se han documentado casos similares, como el de una familia en la zona Caribe que se negó a sepultar a una pariente, manteniendo su cuerpo en estado de descomposición con la esperanza de que resucitara. Estos episodios resaltan un aspecto preocupante de la cultura de luto en algunas comunidades, donde la negación de la muerte puede llevar a comportamientos extremos y desafiar las normas sociales de respeto a los muertos.
La situación de don Héctor Hernández es un recordatorio de la fragilidad de la salud mental y la necesidad de apoyo en momentos de crisis emocional. Es fundamental que las comunidades dispongan de recursos adecuados para abordar el duelo y el manejo de la pérdida, así como de servicios de salud mental accesibles para todos.
Reviewed by RVN
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12/09/2025 02:50:00 p. m.
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