Nicaragua retira a su embajador en España, denuncia "presiones" e "injerencia"
El gobierno de Nicaragua anunció el jueves el retiro de su embajador en España en respuesta a "presiones y amenazas injerencistas" del país europeo que, en agosto, llamó a consultas a la jefa de su legación diplomática en el país centroamericano.
La decisión del gobierno del presidente Daniel Ortega de "retirar de funciones" al embajador Carlos Midence se produce tras duras críticas de la Unión Europea por la forma en que se desarrollaron los comicios que permitieron la reelección del líder izquierdista en noviembre.
"Esta decisión responde a las continuas presiones y amenazas injerencistas sobre nuestro embajador", informó en un comunicado la Cancillería, siete meses después de que España llamara a consultas a su embajadora en Managua, María del Mar Fernández-Palacios.
Sin embargo, la cancillería nicaragüense no explicó a qué presiones o amenazas en particular se refería.
Nicaragua atraviesa una crisis política y social desde abril de 2018, que se ha acentuado tras las controvertidas elecciones generales del pasado 7 de noviembre, en las que el presidente Daniel Ortega fue reelegido para un quinto mandato, que España no reconoció al considerarlo "una burla".
Un día después de esos comicios, el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, dijo que en Nicaragua "no ha habido elecciones justas, libres ni competidas", y exigió la liberación de los opositores y periodistas detenidos, incluidos siete que aspiraron a ser candidatos presidenciales en esos comicios.
"Los opositores que deseaban competir (en esas elecciones) están en la cárcel en estos momentos y exigimos su liberación como venimos haciendo desde agosto", cuando España retiró a su embajadora en Managua en señal de protesta, puntualizó Albares.
El ministro español , consideró este viernes que la decisión de Nicaragua de retirar a su embajador en Madrid no es más que “un capítulo más de la huida hacia adelante de (Daniel) Ortega”.
Albares recordó que el mandatario nicaragüense "tiene una sanción moral y política de la comunidad internacional”, que considera que las elecciones por las que renovó por quinta vez su mandato en noviembre fueron “una burla” y le reportaron “sanciones reales”.
El ministro español respondió hoy así al ser preguntado por la decisión de Gobierno nicaragüense de retirar a su embajador en Madrid, Carlos Midence, un asunto sobre el que dijo que “si alguien cree que esta medida va a impedir que España reclame democracia y liberación de presos políticos en Nicaragua, se equivoca radicalmente”.
Midence, que estuvo al frente de las sede diplomática del país centroamericano en Madrid desde septiembre de 2016, fue convocado ayer por el secretario de Estado para Iberoamérica y el Caribe y el Español en el Mundo, Juan Fernández Trigo, para expresarle su malestar por la negativa del Gobierno de Ortega a permitir el regreso de la embajadora española a Nicaragua.
A las pocas horas de este encuentro, el Ejecutivo nicaragüense ordenó la retirada de sus funciones de su embajador en España debido "a las continuas presiones y amenazas injerencistas" en su contra, que "hacen imposible el ejercicio de la labor diplomática", dijo.
El pasado 24 de febrero, Nicaragua reclamó a España por las "insolentes declaraciones" del canciller español sobre el país centroamericano, aunque no especificó cuáles.
"Ante las insolentes, anacrónicas, desfasadas declaraciones del canciller de España, José Manuel Albares, sobre Nicaragua y las funciones diplomáticas en este país libre y soberano, reiteramos: Nicaragua no es colonia de nadie", indicó el Ministerio de Relaciones Exteriores nicaragüense, en una declaración entonces.
"No somos súbditos de la Corona española. No aceptamos, por lo tanto, injerencia alguna de ese o de ningún país, en nuestros asuntos internos", continuó.
En la nota, Nicaragua recomendó al canciller español "centrarse en los temas de su competencia, y cesar ya en su intento de interferir en las decisiones y acciones de un Estado soberano como el nuestro, porque desde ningún punto de vista tiene autoridad alguna sobre nuestra patria bendita y siempre libre".
El secretario de Estado para Iberoamérica y el Caribe de España, Juan Fernández Trigo, dijo el mes pasado en Buenos Aires que "probablemente en los próximos días" haya "alguna novedad" respecto a la relación con Nicaragua, luego de que en agosto pasado el Gobierno español llamara a consultas a su embajadora en Managua como respuesta a las "graves e infundadas acusaciones" del país centroamericano contra España.
El 11 de agosto del año pasado, el Gobierno de Pedro Sánchez llamó a consultas a la embajadora María del Mar Fernández-Palacios en respuesta a un comunicado publicado el día anterior por la Cancillería nicaragüense que contenía, según el Ministerio de Asuntos Exteriores español, "gruesas falsedades sobre procesos judiciales y electorales" españoles.
La tensión entre ambos Ejecutivos y el cruce de acusaciones comenzó meses antes, con motivo de las detenciones y encarcelamiento de líderes opositores y aspirantes a candidatos de los comicios nicaragüenses del 7 de noviembre de 2021, contra lo que España reaccionó varias veces con protestas enérgicas.
No hay comentarios