Nicaragua pide a la Santa Sede el cierre de sus respectivas sedes diplomáticas
Entre el Estado Vaticano y la República de Nicaragua se ha planteado una suspensión de las relaciones diplomáticas. Así lo sostiene un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores nicaragüense. El gobierno de Nicaragua ha solicitado a la Santa Sede el cierre de sus respectivas sedes diplomáticas. No se trata de una ruptura de relaciones, como habían anunciado algunos medios de comunicación.
Exactamente hace un año, el 12 de marzo de 2022, el nuncio apostólico en Managua, monseñor Waldemar Stanisław Sommertag, había sido expulsado del país. La Santa Sede había recibido la decisión del gobierno de Nicaragua con gran sorpresa y dolor. “Tal disposición resulta incomprensible -subrayaba un comunicado de la Santa Sede- ya que, durante su misión, S.E. Mons. Sommertag ha trabajado incansablemente por el bien de la Iglesia y del pueblo nicaragüense, especialmente por los más vulnerables, buscando siempre favorecer las buenas relaciones entre la Sede Apostólica y las Autoridades de Nicaragua”.
El Vaticano recibió “con tristeza” la nota verbal que planteó la suspensión de las relaciones diplomáticas entre Nicaragua y la Santa Sede, y ordenó el cierre de su nunciatura ubicada en la Carretera Sur, Managua.
En una entrevista concedida al diario español ABC el pasado mes de diciembre, el Papa Francisco, respondiendo a una pregunta sobre la diplomacia vaticana respecto a Nicaragua, había reiterado que la Santa Sede siempre busca salvar a los pueblos y que su arma es el diálogo y la diplomacia. “La Santa Sede nunca se va. La echan. Siempre trata de salvar las relaciones diplomáticas y salvar lo que se pueda salvar con la paciencia y el diálogo”, había afirmado el Papa.
La situación social y política en Nicaragua se ha agravado en los últimos años con la represión violenta de manifestaciones, detenciones y expulsiones. Después de haber estado bajo arresto domiciliario desde agosto pasado, monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa, hace un mes fue condenado arbitrariamente a 26 años de cárcel, y desde entonces no ha habido más informaciones acerca de él.
"Ante la información que ha sido divulgada por fuentes aparentemente vinculadas con la Iglesia Católica, el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional de nuestra Nicaragua, bendita y siempre libre, precisa que entre el Estado Vaticano y la República de Nicaragua se ha planteado una suspensión de las relaciones diplomáticas", indicó el Ministerio nicaragüense de Relaciones Exteriores en una nota de prensa.
El papa Francisco calificó como una "dictadura grosera" el régimen de Ortega en Nicaragua, un mes después de la condena del obispo nicaragüense Rolando Álvarez a 26 años y 4 meses de prisión, según una entrevista publicada el viernes pasado.
"Con mucho respeto, no me queda otra que pensar en un desequilibrio de la persona que dirige (Ortega). Ahí tenemos un obispo preso, un hombre muy serio, muy capaz. Quiso dar su testimonio y no aceptó el exilio", aseveró Francisco al portal argentino Infobae desde su residencia de Santa Marta, en la Ciudad del Vaticano, con motivo del décimo aniversario de su papado.
En el documento, Nicaragua hizo notar este domingo "cómo los medios vinculados al terrorismo golpista que atacó y asesinó al pueblo nicaragüense en abril 2018, fueron quienes divulgaron esa noticia tergiversada que en estos tiempos se conoce, como noticia falsa", en referencia a que ya se había dado una ruptura de las relaciones diplomáticas.
"Una más en su cuenta", avisó la Cancillería nicaragüense.
En el escueto comunicado, el gobierno nicaragüense no brindó explicaciones sobre las circunstancias que motivan su postura, pero se produce luego de que el papa Francisco declaró que el presidente Daniel Ortega tiene un "desequilibrio", en una entrevista al portal argentino Infobae.
Fuentes vaticanas explicaron a EFE que Nicaragua efectuó una petición a la Santa Sede para el cierre de las sedes diplomáticas respectivas, aunque no existe aún una ruptura de las relaciones diplomáticas.
La petición ha sido para el cierre tanto de la nunciatura, representación vaticana en el país centroamericano y la embajada nicaragüense ante la Santa Sede, especificaron.
Aunque se trataría de un primer paso para la ruptura total de las relaciones diplomáticas, lo que aún no ha sucedido.
Nicaragua no tiene un embajador ante la Santa Sede desde el 21 de septiembre de 2021, cuando Ortega canceló el nombramiento de Elliette Ortega Sotomayor, y sólo cuenta con una ministra consejera para las gestiones.
Asimismo, en marzo del año pasado, el Gobierno también expulsó al nuncio apostólico, monseñor Waldemar Stanislaw Sommertag, y monseñor Mbaye Diouf, secretario de la Nunciatura, está al frente de la misión diplomática vaticana.
El pasado 21 de febrero, el mandatario nicaragüense calificó de "mafia" a la Iglesia y la acusó de ser antidemocrática por no permitir que los católicos elijan por voto directo al papa, a los cardenales, a los obispos y a los sacerdotes.
Con Nicaragua, suman 13 países que no mantienen relaciones diplomáticas con la Santa Sede: Vietnam, Corea del Norte, China y Laos, Somalia, Omán, Mauritania, Maldivas, Islas Comores, Brunéi, Afganistán, Arabia Saudita y Bután, un reino budista en el sur de Asia.
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