Expulsan de Nicaragua a sacerdote panameño tras salir de la misa crismal en Estelí.
Donaciano Alarcón Valdés, sacerdote panameño, de 49 años, quien cumplía una misión en Cusmapa, Nicaragua, fue expulsado en horas de la noche del lunes, y llevado hasta la frontera El Espino, con Honduras, por supuestamente mencionar en la homilía del Domingo de Ramos a monseñor, Rolando Álvarez.
El cura Donaciano Alarcón aclaró que en ningún momento fue golpeado por los agentes policiales en Nicaragua y que contrario a ello, fueron amables y respetuosos.
“Yo estoy bien, gracias a Dios porque al cruzar la frontera de Nicaragua a Honduras, me encontré con muchos ángeles, con montones (…) la Policía en realidad no se portó mal, fueron educados y me ofrecieron hasta comida”, contó el cura al medio panameño.
El padre Donaciano, quien tenía año y medio de prestar servicios pastorales en la diócesis de Estelí, Nicaragua, dijo que fue interceptado por agentes policiales que lo esperaban al salir de la misa crismal.
Para expulsarlo del país la Policía esperó que saliera de la misa crismal que se realizó en la catedral de Estelí para detenerlo y trasladarlo hasta el puesto fronterizo de El Espino.Cuando el cura se dirigía a un almuerzo en compañía de otras personas, en la carretera lo interceptó una patrulla.
"Celebré la misa crismal y cuando salí de la misa, ellos (los policías) me estaban esperando y me sacaron del carro de mi otro compañero. Me montaron a una patrulla y me llevaron a la frontera" con Honduras, relató.
“Me llevaron a la frontera, me dijeron ´usted no puede entrar más aquí´, yo les pregunté por mi pasaporte y me dijeron ´ahora se lo damos, espérelo en el otro lado´(en Honduras)”, recordó el sacerdote.
El cura aclaró que su expulsión no fue por realizar una procesión el Domingo de Ramos afuera del en las afueras del templo, sino más bien por mencionar en las oraciones a Monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa y Administrador Apostólico de Estelí.
“Corrijo, no fue por una procesión, puede ser que en algún momento yo haya sido un poco imprudente en las misas, que haya pedido por Monseñor Rolando Álvarez que es mi obispo. Eso de la procesión es mentira, porque yo no hice procesión el domingo en ningún lugar”, dijo el religioso. De igual manera aclaró que al momento de su expulsión, portaba zapatos.
“Eso es mentira que yo estaba descalzo, porque yo venía de la misa, yo estaba elegante porque a los panameños nos gusta andar elegante, sobre todo a los coloneses. Yo andaba guapetón, nada de que estaba descalzo, ni nada de eso”, dijo en tono de bromas el sacerdote.
Donaciano Alarcón también aclaró que nunca dirigió comentarios específicos contra algún partido político o grupo social.
El religioso afirmó que la situación en Nicaragua es "incómoda porque no se puede hablar nada". "Yo nunca he hablado de política porque no me interesa, pero sí el tema de la justicia", agregó.
Sobre la expulsión dijo que “puede ser por comentarios indirectos, porque nunca eran comentarios directos a ningún partido ni a ningún grupo x, si el evangelio hablaba de la justicia, yo tocaba el tema de la justicia porque son temas como muy sensibles en la actualidad de cómo se encuentra el país, eso fue lo que pudo haber molestado”, señaló.
Explicó que durante las litúrgicas, los sacerdotes deben orar por el papa Francisco y por los obispos. "Los tenemos que mencionar, aunque eso incomode. Puede ser eso (la causa de su expulsión)", anotó. "O puede ser, y voy a admitirlo públicamente, que haya sido imprudente en alguna homilía sin darme cuenta", añadió.
Pese a no cuestionar el poder, el cura fue acusado por supuestamente organizar al pueblo en contra del Gobierno.
“Me acusaron de que yo había organizado al pueblo contra el gobierno”, afirmó.
Por otro lado, el sacerdote panameño confirmó que existen en Nicaragua "restricciones" para la Iglesia católica. "Hay restricciones. No podemos hacer procesiones (en las calles), y hay que tener mucho cuidado de lo que se habla", afirmó. Aclaró, sin embargo, que las autoridades nicaragüenses no les han impedido celebrar eucaristías, sus formaciones sacerdotales, "ni estar con la gente, solo las manifestaciones públicas". Explicó que las autoridades restringieron las procesiones en las calles nicaragüenses durante la Semana Santa, porque "no quieren manifestaciones públicas". Pese a esas limitaciones, aseguró que el papa Francisco los anima a seguir "con la gente y de remarcar la fraternidad", y, en su caso, aunque fue expulsado por el Gobierno de Nicaragua, "ni siquiera ellos son enemigos míos".
Las autoridades de Nicaragua no han informado sobre este hecho, ocurrido en medio de tensiones entre el gobierno de Daniel Ortega y la Iglesia, mientras las relaciones diplomáticas de Managua con el Vaticano están al borde de la ruptura. Managua ha expulsado a otros sacerdotes católicos anteriormente y el obispo Rolando Álvarez fue condenado en febrero a 26 años de prisión.
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